Puente sobre el río Duero en Oporto

La entidad Metro do Porto convocó el pasado mes de marzo un concurso internacional para la concepción y elaboración del Proyecto de un nuevo puente sobre el río Duero entre Oporto (Campo Alegre) y Vila Nova de Gaia (Candel).

El objeto del proyecto consiste en la construcción de un tramo del metro de Oporto entre las futuras estaciones de Campo Alegre (lado Oporto) y de Arrábida (lado Vilanova de Gaia) en el cual la obra principal es un puente singular que cruza el río Duero en las inmediaciones del puente de Arrábida. La infraestructura debe incorporar también los espacios necesarios para el paso de peatones y vía ciclable.

MC2 Estudio de Ingeniería, junto con TYPSA y Tecnofisil ha presentado la propuesta que se muestra a continuación. Esta propuesta se plantea como una solución global al problema del cruce sobre el río resolviendo favorablemente los complejos condicionantes motivados por la interferencia y necesaria articulación del futuro trazado del metro con la red viaria, y los diversos elementos arquitectónicos y patrimoniales existentes. Por otra parte, la incorporación de un nuevo puente sobre el río Duero en Oporto constituye un enorme reto y una indudable responsabilidad debido al marcado sentido histórico que supone el vínculo trascendente entre la ciudad de Oporto y sus puentes. Todos ellos han representado auténticos hitos de la técnica de la construcción estructural convirtiendo la ciudad de Oporto en un verdadero museo de la Ingeniería de Puentes.

Sin duda, resulta imprescindible reflexionar sobre la futura relación estética entre el puente nuevo y el puente de Arrábida. Puede pensarse que la disposición de un nuevo arco, el quinto, al conjunto es una opción adecuada y, de hecho, lo es en términos teóricos. Para la luz necesaria, la geometría escarpada de las riberas y sus favorables condiciones geotécnicas, el arco clásico resulta una solución muy adecuada. Sin embargo, repetir la solución de puente arco a escasos metros del puente de Arrábida pondría a ambos puentes en una competencia innecesaria. La solución que se propone pretende, de este modo, desvincularse formalmente de la configuración clásica del arco.

Otro aspecto relevante que debe considerarse en la elección de la tipología estructural del puente es la armonización de las circulaciones del metro, peatonal y vía ciclable. La adopción de una plataforma única para todos los usos requeridos en el puente llevaría a considerar el mismo, simplemente como una obra de paso y comunicación aislada del resto de la trama urbana, y en nuestra opinión, de previsible poco uso, puesto que supone un recorrido relativamente largo que preferiblemente se podría recorrer precisamente en metro. Frente a la situación anterior surge la posibilidad de disponer dos plataformas separadas y exclusivas: una para el metro y otra para peatones y ciclistas. Esta separación de las plataformas resulta muy atractiva debido a varios factores y presenta ventajas innegables.

En esta ocasión, nuestra propuesta no ha sido seleccionada; pero el simple hecho de tener la oportunidad de proponer este puente para la ciudad de Oporto ya supone una gran satisfacción.
¡Enhorabuena a las tres soluciones finalistas!

 

 

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