Tras el incendio del antiguo Palacio en el año 2001, la Comunidad de Madrid decidió su reconstrucción y reforma, respetando las gradas laterales que sobrevivieron al incendio, buscando convertirlo en un espacio multiusos funcional y moderno.
La estructura de las gradas es de hormigón armado y pretensado y la nueva cubierta principal está compuesta por grandes cerchas metálicas constituidas por perfiles tubulares.
Se han realizado tres niveles de sótanos por debajo de la antigua pista deportiva, y su construcción se ha llevado a cabo mediante un método ascendente-descendente, lo cual permitió construir los sótanos a la vez que se realizaba la estructura sobre rasante.